Estudiante de Biología Marina denunció que los hechos ocurrieron en una salida de campo. Revictimizan a la joven y ponen trabas para no castigar al agresor.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 21 de junio de 2019.- Durante una salida de campo a Río Lagartos, que se llevó a cabo como parte de una materia de la licenciatura de Biología Marina de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), ocurrió un caso de abuso sexual. La víctima fue agredida por un alumno, ayudante de una profesora.

Los hechos sucedieron el 21 de marzo pasado, en las inmediaciones del ojo de agua de Chiquilá, en donde estudiantes realizaban actividades académicas. Ahí, V.C.V. se topó con el  acusado, quien conducía una de las camionetas de la escuela y llevaba drogas consigo.

De acuerdo con el testimonio de la joven, que presentó por escrito ante las autoridades  del Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, todo comenzó cuando el estudiante de nombre D.V.Ch. se le acercó en el campamento para explicarle su trabajo como ayudante.

En un momento dado se quedaron solos, él la convenció de alejarse y le ofreció estupefacientes. Ella relata que, de pronto, D.V.Ch. empezó a tocarla y besarla en diferentes partes del cuerpo sin su consentimiento.

V.C.V. le pidió en reiteradas ocasiones que se detuviera, manifestándole que se sentía incomoda; sin embargo, él continuó abusando de ella y no permitió que se retirara. Fue hasta que llegaron otras personas que pudo salir corriendo para, posteriormente, encerrarse en su casa de campaña.

A pesar de que levantó la queja en la dirección del Campus para exigir se investigue y castigue al agresor, le dieron largas por varias semanas hasta que, por fin, el martes pasado se llevó a cabo la primera audiencia de conciliación.

No obstante, ésta se efectuó en medio de irregularidades e incluso se revictimizó a la joven, además que todo parece indicar que la escuela está haciendo lo posible para que nadie se entere del caso.

“La audiencia para tratar de solucionar la situación estuvo muy mal, sentí que me violentaron, ya que pusieron a mi agresor en el mismo salón que yo, a pesar de que pedí que las declaraciones se tomaran en espacios aparte”, acusó la estudiante en entrevista para Haz Ruido.

Lamentó que el director de la Facultad, Hugo Delfín González, y un abogado de la UADY, de nombre Luis Enrique León Gómez, permitieron que la sesión se realizara en presencia del violentador. “Me respondieron que así se lleva a cabo el procedimiento, a pesar de que les dije que no me sentía cómoda”, agregó.

En la reunión, que tardó más de dos horas, se tomaron las declaraciones de ambas partes y en éstas, el acusado negó los hechos. Luego, se fijaron fechas para tres juntas más en las que se presentarán pruebas y testigos.

“Realmente ha sido un proceso muy feo y mal organizado. De hecho, este primer encuentro lo estaban posponiendo hasta el 12 de agosto, pero para esas fechas él ya va a estar graduado. Parecía que lo estaban haciendo a propósito para que no pudieran castigarlo”, indicó.

También dijo que las autoridades están escondiendo el hecho “para que no se enteren los demás, como siempre lo hacen”. Y por si fuera poco, la maestra encargada de la materia antes señalada, así como otras personas involucradas, la han acusado de “ser una exagerada y de no ser competente académicamente”.

La víctima, quien por cierto también interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), sostuvo que decidió alzar la voz para que no se repitan más abusos sexuales en el Campus. De igual forma, exige que haya mayor regulación en esas salidas de campo, pues considera que suelen ser peligrosas para el alumnado.

Cabe resaltar que en ese mismo campamento en Río Lagartos otro estudiante se extravió durante tres días, lo que generó una fuerte movilización policiaca para encontrarlo. Su desaparición estaría relacionada con el consumo de drogas durante esa actividad académica.

Debe mencionarse que V.C.V. ha contado con el respaldo de sus compañeras del colectivo “UADY sin acoso”, el cual desde hace varios meses ha emprendido una campaña para prevenir esta clase de violencias en dicha casa de estudios.

Además, presiona para que el Consejo Universitario apruebe y eche andar el Protocolo de prevención, atención y sanción de estos casos.