Con cámara trampa, captan a dos jaguares cerca de Chichén

El jaguar, que ha sido asociado con el poder y la vida del inframundo, fue un símbolo muy importante en la cultura maya. De hecho, es el ser que más presencia tiene entre los monumentos y edificios de esta zona arqueológica.
Por Redacción
Crédito del video: Arqueólogo Marco Antonio Rivas.
Mérida, Yucatán, 1 de julio de 2025.- Una cámara trampa captó a dos ejemplares de jaguar (Panthera onca), cuyo nombre en lengua maya es 𝒃𝒂́𝒂𝒍𝒂𝒎, en las inmediaciones de la zona arqueológica de Chichén Itzá, en la localidad de Tinum.
El video, en el que se observa cómo los grandes felinos se acercan al aparato e incluso lo olfatean, fue publicado en las redes sociales del Museo de este sitio prehispánico
De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en algunas comunidades mayas también se le conoce como 𝒄𝒉𝒂𝒌𝒎𝒐’𝒐𝒍.
“En Chichén Itzá es posible ver y conocer la figura del jaguar tallado en piedra en forma de bulto, portaestandartes, relieves, figurillas, vasijas de barro, entre otras. Después de la mítica serpiente de cascabel, este bello felino -de la garra poderosa- es el ser que más presencia tiene entre los monumentos y edificios de esta zona arqueológica”, indicó.
El jaguar, que ha sido asociado con el poder y la vida del inframundo, fue un símbolo muy importante en la cultura maya peninsular, así como en otras culturas precolombinas en Mesoamérica desde la época prehispánica.
El personal adscrito a la Zona Arqueológica de Chichén Itzá realiza una labor constante de monitoreo de los vestigios arqueológicos abiertos a la visita pública, así como de los que están todavía cubiertos por la densa vegetación.
Fue precisamente en ese proceso de monitoreo arqueológico que se colocaron cámaras trampa para el registro y documentación de la fauna local que tiene presencia en los alrededores de Chichén Itzá, por lo que como parte de esta actividad, lograron grabar a los dos jaguares.
Como se sabe, es una especie que está catalogada en 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤 𝙙𝙚 𝙚𝙭𝙩𝙞𝙣𝙘𝙞𝙤́𝙣 por las autoridades ambientales, principalmente por la cacería, así como por la invasión y alteración de su hábitat natural.