Hace más de un mes fueron atacadas a machetazos y a pesar de que la Fiscalía ordenó medidas de protección, los policías no realizan rondines de vigilancia. El agresor sigue amenazándolas y burlándose. 

Por Claudia Arriaga

Umán, Yucatán, 21 de julio del 2020.-A más de un mes del intento de feminicidio que sufrieron Saraí Cancino García y Rosaura Cetina Cámara, continúan totalmente desprotegidas. La Fiscalía General del Estado (FGE) ordenó medidas de protección, pero la Policía Municipal de Umán no realiza los rondines de vigilancia por su domicilio para garantizarles seguridad.

La falta de cumplimiento por parte de la autoridad municipal ha llegado a tal grado que su agresor Marcelo C.R las continúa amenazando, por lo que ellas temen por sus vidas.

“Yo estoy muy alterada, nerviosa , no tengo tranquilidad, no sé que esperan para agarrarlo. El martes de la semana pasada estaba enfrente de mi casa burlándose de mí… las autoridades dijeron que mandarían patrullas como vigilancia, pero no vino nadie”, relató Saraí.

Como hemos informado en Haz Ruido, a partir de que Saraí recibió en su casa a Rosaura, su vida cambió para siempre. La noche del 10 de junio, Marcelo C.R., expareja de su amiga, ingresó a su hogar y las atacó con un machete. En la agresión también lastimó a su hijo. 

Ahora, cuando acude a la Policía de Umán para notificar del hostigamiento, la envían a la Fiscalía en Mérida. “Y cuando voy ahí me mandan a Umán, por eso necesito que me digan qué pasará, porque yo sigo recibiendo amenazas”, señaló.

Lo que más lamenta de la impunidad es que incluso Marcelo se ha dado el lujo de enviar a su abogado para pedirle que le conceda el perdón. “¿Crees que le voy a dar el perdón a una persona que me quiso matar?”, agregó Saraí.

La primera audiencia judicial en contra de Marcelo fue el 8 de julio, pero desafortunadamente no se llevó a cabo porque faltó unas de las personas que fueron citadas para declarar. Y aunque Saraí intentó localizarla para que se realice en los próximos días, hasta el momento no tienen fecha programada.  

Ella sólo pide prontitud a las autoridades para arrestar a su agresor, quien con todo y las supuestas medidas de protección continúa amenazándola. 

Incluso Rosaura se tuvo que ir de la casa para evitar que la mataran, pero dicho sujeto sigue yendo ahí para hostigar a Saraí, sin que la Policía de Umán haga algo para impedirlo.