En los primeros tres meses del año, aumentaron los servicios de ayuda a las mujeres, así como los ingresos al refugio de Apis para salvar sus vidas.

Por Claudia Arriaga.

Mérida, Yucatán, 10 de marzo del 2021.- A tres meses de que inició el año, el refugio de Apis Sureste Fundación para la Equidad que sirve para darle protección a mujeres víctimas de violencia extrema se encuentra al máximo de su capacidad, lo que evidencia la delicada situación que sufren muchas yucatecas en la actualidad. 

En entrevista, la directora de esa asociación, Leticia Murúa Beltrán Aragón, detalló que algunos de los núcleos familiares, es decir, de mujeres con sus hijas e hijos que ingresaron al refugio, corresponden a casos del 2020, y en tanto se preparan para recibir a más que huyen de la violencia feminicida. 

“Actualmente hay cuatro núcleos y está por ingresar otro más, algunos son del año pasado y tres de este 2021, prácticamente estamos llenos, ya que tenemos la capacidad para atender al mismo tiempo cinco núcleos familiares, es decir, a mujeres con sus hijas e hijos”, explicó.

Y aunque en enero bajó la demanda de servicios externos que ofrecen, en febrero repuntaron las solicitudes de apoyo, al punto que se encuentran cercanos a la saturación. La fundación Apis ofrece terapias grupales, apoya a la canalización con instituciones de justicia, todo esto a la par de que operan el refugio para salvar la vida de las mujeres.

“En febrero se incrementó la demanda de la solicitud de atención de primera vez, igual que las de entrada a refugio. En el centro externo estamos en el punto de la saturación de este servicio”, comentó Leticia.

Por otro lado, en referencia a los movimientos feministas que salen a las calles para reclamar justicia y espacios seguros, la activista dijo que no está a favor de que existan restricciones en los espacios públicos, por lo que aplaude la transformación que hicieron las colectivas para intervenirlos.

“No creo conveniente que se hagan restricciones a espacios públicos, pero por otro lado me da gusto que hagan un uso creativo, como en las vallas de Palacio Nacional y como pasó en la marcha de Yucatán, que fue bloqueado el espacio y finalmente fueron retiradas y las mujeres pudimos estar denunciando públicamente la situación de violencia”, opinó.