En este 2021 van mil 85 personas diagnosticadas con depresión en la entidad, lo que representa un aumento del 36.5 por ciento.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 10 de octubre de 2021.- En lo que va de este año, se han diagnosticado a mil 85 personas con depresión en Yucatán, lo que representa un incremento del 36.5 por ciento con respecto al 2020.

De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud federal, hasta la semana 38 con corte al 25 de septiembre, se detectaron 283 casos de hombres con depresión y 802 de mujeres.

Es decir, en este 2021 la incidencia de pacientes con este trastorno alcanzó los mil 85 en la entidad, mientras que en el mismo periodo del 2020, año en el que llegó la pandemia de Covid-19, la cifra fue de 689.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la depresión es una enfermedad de salud mental que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas.

Una persona con depresión es propensa a cometer suicidio si no recibe ayuda de manera preventiva. De hecho, de acuerdo con información recabada a través de diversos medios de comunicación, se estima que en este 2021 ya ocurrieron más de 225 suicidios en Yucatán.

Este 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, iniciativa respaldada por la propia OMS y que tiene como objetivo concientizar a la población acerca de este tema, así como para impulsar los esfuerzos que la promuevan y permitan su atención.

En el marco de la pandemia de Covid-19, dicho organismo internacional advirtió que los padecimientos relacionados con la mente han aumentado, y estimó que alrededor de 300 millones de personas tienen depresión en el mundo.

Lo alarmante es que también los casos de suicidios van a la alza, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el 2020, cuando la contingencia sanitaria inició, 7 mil 869 personas decidieron acabar con su vida en México, lo que significó un incremento del 9 por ciento con respecto al 2019. (Ilustración de Istock)