El senador hizo un llamado para la protección tanto de las abejas como de la apicultura, actividad de la que dependen más de 7 mil familias en Yucatán.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 28 de noviembre de 2023.- El senador Jorge Carlos Ramírez Marín señaló que el uso indiscriminado de agroquímicos en el campo yucateco está generando consecuencias negativas no solo en los diversos cultivos de la región, sino también en una de las actividades más emblemáticas del estado: la apicultura.

Recordó que más de 7 mil familias dependen directamente de esta actividad, y la alarmante disminución en el número de abejas nativas está poniendo en riesgo tanto la apicultura como el equilibrio ecológico de la zona.

Aseguró que está consciente de la importancia de la apicultura en Yucatán y su papel crucial en la polinización y mantenimiento del ecosistema, por lo que ha sido un incansable promotor del cuidado y preservación de la abeja maya.

“La premisa es muy sencilla, pero muy preocupante, porque sin abejas no hay vida. Mi lucha por el reconocimiento del impacto que tienen las abejas en el equilibrio del ecosistema es sencillo, este insecto es vital para la preservación de la vida en el planeta, de todos los animales que viven en ella, incluidos nosotros los humanos”, enfatizó el legislador.

Reconoció que la miel yucateca, conocida mundialmente por su exquisito sabor y propiedades únicas, se encuentra en peligro debido al impacto de los agroquímicos en las poblaciones de abejas.

Por ello, el legislador reiteró que la situación es urgente y requiere de acciones inmediatas para evitar consecuencias irreversibles. La baja en el número de abejas no solo amenaza la producción de miel, sino que compromete la diversidad y la salud de la flora local, afectando a numerosos cultivos que dependen de la polinización.

Ramírez Marín hizo un llamado a repensar la forma en que se cuidan los cultivos en Yucatán, instando a migrar hacia prácticas agrícolas más amigables con el medio ambiente. Dijo que es imperativo adoptar estrategias que protejan la salud de las abejas y garanticen la continuidad de la apicultura, una actividad que no solo sostiene a miles de familias, sino que también es un pilar esencial en la identidad y economía local.