Pulpeada, una bocanada de oxígeno pese al furtivismo

Hoy arrancó la temporada de captura de pulpo en Yucatán, un empujón para la economía de los pescadores luego de una baja pesquería de mero.
El investigador Delfín Quezada sostuvo que para que este biorecurso marino siga siendo sostenible y se garantice su biomasa, es necesario combatir el furtivismo con penas severas.
Por Herbeth Escalante
Fotos de Cuauhtémoc Moreno
Mérida, Yucatán, 1 de agosto de 2025.- Con el arranque este día la temporada de captura del pulpo en Yucatán, el investigador y excomisionado estatal de Pesca y Acuacultura, Delfín Quezada Domínguez, sostuvo que se trata de una bocanada de oxígeno para las y los pescadores, debido a la difícil situación económica que impera en los puertos yucatecos desde tiempo atrás y porque la captura del mero ha estado a la baja en los últimos años.
“La pesquería de mero estuvo atrabancada, muy escasa, por lo que la temporada de pulpo reactivará el sector pesquero y permitirá que los pescadores tengan dinero para llevar a sus familias”, indicó.
Dijo que si bien la actividad pesquera es un trabajo mal pagado en general, la realidad es que la pulpeada significa un empujón fuerte para la economía de las mujeres y los hombres del mar, ya que a diferencia del resto de pesquerías y de lo que ocurre en otros estados del país, en Yucatán se paga lo justo por la captura de este producto.
Agregó que por eso la temporada de pulpo también atrae a cientos de pescadores de Campeche, estado en donde prácticamente ya no existe por la depredación. En ese sentido, señaló que es necesario cuidar su biomasa y combatir con penas severas al furtivismo, para garantizar la sostenibilidad de este biorecurso marino durante más años.
El académico de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), que se ha especializado en investigaciones antropológicas en torno a las pesquerías, abundó que para que la pulpeada siga siendo sostenible, es necesario fortalecer las legislaciones federales para combatir la pesca furtiva.
Sostuvo que lamentablemente se siguen presentando casos en los que los furtivos capturan ejemplares juveniles de este molusco, impidiendo que continúen con su etapa natural reproducción, lo que en un futuro pueda provocar que disminuyan las cantidades de biomasa.
“El furtivismo no le da el tiempo suficiente a la especie para reproducirse, no permite que llegue a la etapa adulta, por eso hay que combatirlo”, apuntó.
Delfín Quezada sostuvo que en Yucatán existen grupos organizados dedicados a las capturas ilegales de especies marinas, pero lamentablemente las leyes federales no permiten tener penas más severas para frenarlos.
Agregó que todo queda en penas administrativas, por lo que con solo pagar las multas, los furtivos salen al poco tiempo de prisión y continúan con sus actividades ilícitas.
“Sólo son multas y que te quiten tu embarcación y producto, pero como son personas organizadas, de manera inmediata consiguen otro motor y otra embarcación para seguir, debido a las fuertes cantidades (de dinero) que obtienen en la pesca ilegal”, abundó.
Además, no se le da seguimiento a las investigaciones y vigilancia en altamar para desarticular esos grupos delincuencias, a la par de que en Yucatán se siguen alentado esas capturas por el simple hecho de que se les compra los productos.
Cabe mencionar que para esta temporada, se espera que más de 12 mil pescadores salgan a altamar para la captura de pulpo. La meta preliminar es 28 mil toneladas durante los próximos cuatro meses y medio.
De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Pesquera, el 80 por ciento de lo que se capture será para consumo nacional y el 20 se exportará a otros países.