Su madre Verónica, hermanos y amigos la recuerdan todos los días. Su muerte fue el primer caso que se investigó como feminicidio en Yucatán.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 27 de noviembre de 2019.-Mañana jueves 28 de noviembre, Martha Martínez Ávila cumpliría 22 años,  pero el festejo se cambió por una misa, en la cual su madre, hermanos y amigos tratarán de recordar el sonido de su voz y la sonrisa que la caracterizó cuando vivía. Ella fue privada de su vida en diciembre de 2015 y su muerte fue el primer caso que se investigó como feminicidio en Yucatán.

Cada 15 de diciembre siempre estarán marcados en la memoria de su madre, Verónica Ávila, ese día se acabó una parte de su vida. La joven no llegó a casa y su búsqueda desesperada rápidamente se viralizó en redes sociales. Desafortunadamente su cuerpo sin vida apareció en una brecha en el municipio de Conkal.

Dos días antes Verónica  intentó interponer una denuncia en la Fiscalía General del Estado para reportar la desaparición de su hija, este derecho le fue negado: “Tenía que esperar 48 horas para denunciar, esa fue la respuesta en la Fiscalía”, recordó.

Un comandante de apellido Flores le notificó del hallazgo del cadáver, la noticia iba acompañada de abusos de las autoridades  “Me pidió verlo en carretera Conkal, iba con tres personas, mi pareja, uno de mis hijos y el novio de Martha, nos separaron. Ellos fueron encapuchados, golpeados y los dejaron por Kanasín” dijo Verónica.

Los medios de comunicación realizaron una campaña de descalificación de Martha, la calificaron como “scort”, pero ella ya no estaba para defenderse.

“Siempre lo he dicho, yo sé lo que ella era y pueden decir lo que quieran pero eso no justificará la muerte de Martha. Es como si buscaran culparla de ser asesinada”, comentó la madre. 

Verónica recuerda todos los días a Martha, lucha contra los recuerdos para salir adelante. “Le gustaba bailar, cantar y soñaba con viajar a Paris, quería que sus hermanos y yo vayamos con ella”, señaló. 

En enero del 2016 el autor del crimen fue identificado, era el jefe de seguridad de una clínica de Altabrisa. La Fiscalía General del Estado realizó la acusación en su contra como homicidio calificado.

Sin embargo, gracias a la presión de la sociedad civil y activistas,  el delito fue reclasificado como feminicidio. El 17 de octubre finalizó el juicio y el 4 de noviembre se sentenció a Felipe de Jesús García Sánchez a 35 años de cárcel.

Verónica tiene 42 años y a cuatro de la muerte de su hija se muestra dispuesta a hablar del tema. “La forma en la que fue asesinada Martha marcó mi vida y la de la familia para siempre, nadie debería tener el derecho de privar a una mujer de la vida solo por serlo”, declaró.