Luego de la presión de la población y los científicos, la SDS interpuso denuncias federales en contra de los culpables de afectar ese ecosistema, en donde se pretende construir un desarrollo inmobiliario.

Por Herbeth Escalante

Dzilam de Bravo, 30 de agosto de 2024.- Pobladoras y pobladores de Dzilam de Bravo han exigido la intervención de las autoridades ambientales estatales y federales tras la deforestación de las dunas en ese municipio de la costa norte de Yucatán, en donde todo parece indicar que se pretenden construir lotes de inversión.

Fotografías en poder de Haz Ruido muestran cómo a través de maquinaria pesada prácticamente devastaron ese ecosistema natural para “aplanar la superficie” en donde se planea construir un desarrollo inmobiliario.

Se trata de un predio ubicado entre la carretera y el mar, al norte de Yucatán, que colinda con la Reserva Estatal de Dzilam de Bravo

Científicos del Laboratorio de Protección Primaria del Cinvestav-Mérida incluso han manifestado que se trata de una alarmante situación, porque con esa maquinaria se está causando un grave daño al ecosistema.

Habitantes de Dzilam de Bravo han recalcado que no tolerarán que la ambición de unos cuantos empresarios ponga en riesgo la integridad del entorno natural.

Al respecto, la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) del Gobierno del Estado interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) contra quien o quienes resulten responsables de las afectaciones ocasionadas a ese ecosistema.

En la denuncia se señala que para esas obras se está utilizando maquinaria, la cual podría ocasionar daños a las especies protegidas de la zona y derribo de dunas costeras, humedales y gran parte del manglar.

Con evidencias documentadas, la SDS interpuso estas denuncias e hizo un llamado a las autoridades competentes, toda vez que se trata de un delito del ámbito federal.

Cabe mencionar que la destrucción de las dunas en el litoral yucateco es uno de los factores que inciden en la erosión de las playas de municipios como Progreso, Telchac Puerto y Chicxulub Puerto. Además, al eliminar su vegetación, prácticamente las comunidades se quedan sin protección ante los huracanes.