El huracán inmobiliario de Yucatán no les está garantizando su derecho a una vivienda digna y adecuada.

Fotos de Lorenzo Hernández y texto de Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 8 de octubre de 2020.- Varias zonas sin electricidad, decenas de calles devoradas por la lluvia, viviendas con techos y paredes fracturadas, hogares inundados, baños rebosados con agua de sumidero y la lamentable muerte de una mujer. Esa es la realidad de las vecinas y los vecinos del fraccionamiento Las Américas, quienes están sufriendo su propio huracán de problemas.

A Grupo Sadasi le están lloviendo críticas y maldiciones, pero nunca va a reconocer su mala planeación, ni los errores en el trazado y nivelación de las viviendas ni la mala calidad de sus obras y los materiales utilizados. Se excusó en un comunicado asegurando que por culpa de las intensas lluvias de Gamma y Delta se saturó el manto freático.

Mientras tanto, muchos están abandonando sus hogares, se les ve caminando entre el agua con sus maletas, buscando refugio en casas de familiares. El huracán inmobiliario de Yucatán no les está garantizando su derecho a una vivienda digna y adecuada.

Lo peor, la gran mayoría está endeudada por años con esos predios inhabitables, condenada a sufrir cada vez que el cielo se nubla. Los vientos de la injusticia soplan fuerte en ese fraccionamiento del norte de Mérida.