Organizaciones civiles y ciudadanía criticaron que se instale una planta de Heineken en Kanasín, pues temen que la población sufra con la contaminación y el desabasto de agua, además de que no hay claridad sobre las consultas indígenas realizadas ni de la existencia de una manifestación de impacto ambiental.

Por Paloma Reyes

Mérida, Yucatán, 18 de junio de 2025.-El anuncio de la construcción en Kanasín de una nueva planta productora de cervezas de la marca Heineken fue fuertemente criticado por organizaciones civiles quienes advierten de un riesgo irreversible de contaminación al manto acuífero y un posible desabasto de este recurso, así como el despojo de territorios mayas, por lo que incluso ya se están recolectando firmas para que este proyecto sea cancelado.

Como se recordará, durante la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo del pasado 11 de junio, la empresa cervecera Heineken anunció una inversión de 2 mil 740 millones de dólares para la construcción de una nueva planta en el municipio de Kanasín, la cual estaría generando más de 300 empleos directos, 2 mil 500 indirectos y 2 mil 300 temporales para el estado. 

Oriol Bonaclocha, CEO de Heineken México, aseguró que en conjunto con el Gobierno del Estado se realizó una consulta indígena a la población maya de la zona, con el objeto de que la fábrica tenga una perspectiva “sustentable y amable con el ecosistema”.

Acuerdo desde la administración pasada

Cabe recalcar que este proyecto no es nuevo, pues fue el 14 de septiembre de 2023 que el exgobernador panista Mauricio Vila Dosal anunció ante empresarios en el Centro de Convenciones Siglo XXI la inversión de 8 mil 700 millones de pesos de Heineken para la construcción de dicha fábrica en Kanasín, que estaba prevista iniciaría a principios del año 2024 y con ella se generarían 2 mil empleos directos e indirectos.

En ese entonces, se aseguró que la planta contaría “con los más altos estándares de responsabilidad ambiental y social”, además de emplear economía circular para garantizar la eficiencia hídrica con sistemas de tratamiento de aguas, así como la mínima generación de residuos con el uso de energías renovables.

Asimismo, del 10 de julio al 26 de agosto de 2024 se habría llevado a cabo una consulta indígena a las comunidades kanasinenses de Hacienda Teya y San Antonio Tehuitz, en la que habrían participado autoridades tradicionales, el gobierno municipal, la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) y cómo órgano garante del proceso, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey).

Aunque no se dieron a conocer a fondo los detalles de este ejercicio, se indicó que las comunidades conocieron el proyecto, ubicación, tiempo de construcción e impactos, su prevención y mitigación, por lo que ambas poblaciones mayas habrían manifestado su postura aprobatoria “otorgando su consentimiento de manera libre, previa e informada para la operación y construcción de la planta”.

Voces en contra

Al respecto, el Grupo Promotor Contraloría Social Autónoma del Agua en Yucatán emitió un pronunciamiento para rechazar este proyecto de Heineken, manifestando que va en contra del derecho humano al agua y favorece únicamente intereses mercantiles.

Argumentaron que esta empresa anunció la producción inicial de 4 millones de hectolitros de cerveza al año, lo que supondría un saqueo del agua del estado y la devastación del territorio, amenazando con agravar la crisis hídrica y ambiental que ya se padece en Yucatán.

Señalan también que Kanasín es de los municipios yucatecos que más se han visto afectados por la contaminación que generan las industrias porcícola y avícola en la región, por lo que temen que al sumarle una cervecera, la localidad se convierta en un “basurero industrial”, como ocurrió con Hunucmá cuando en 2017 se instaló la Cervecería Yucateca S.A. de C.V. provocando efectos adversos al medioambiente e incluso un aumento en el alcoholismo juvenil.

“Yucatán y su acuífero ya están en crisis por la sobre explotación de proyectos cerveceros y refresqueros, de parques industriales, mega granjas de cerdos y pollos, agroindustrias, turismo masivo y crecimiento urbano sin control. La entrada de Heineken, representaria la extracción de miles de millones de litros de agua al año, profundizando la escasez para las familias. No es solo “uso”, es acaparamiento: Mientras la gente sufre cortes y el tandeo de agua, la empresa priorizará sus ganancias”, aseveró la Contraloría Social.

Por ello, exigen se realice una manifestación de impacto ambiental rigurosa sobre los impactos específicos que tendría una nueva planta cervecera en un territorio muy vulnerable a la sobreextracción, tomando en cuenta su ubicación en la Zona Metropolitana de Mérida, así como la cercanía con las reservas de Cuxtal y el Anillo de Cenotes.

Por otra parte, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíimbal manifestó su preocupación por el desconocimiento de cómo se llevó a cabo la consulta indígena sobre esta cervecera y catalogaron este megaproyecto como otro del tipo “neoliberal” que pretende destruir el territorio maya y contaminar el agua, suelo y aire.

“Desde la asamblea maya Múuch Xíimbal seguiremos denunciando que el principal problema de la Península es la gran cantidad de megaproyectos autorizados sin tomar en cuenta los efectos ambientales acumulativos, se está sobrecargando la explotación de los recursos naturales de la región y se está extrayendo más agua para las empresas que para el uso cotidiano de las personas”, manifestaron.

Recaban firmas

Cabe señalar que también la ciudadanía en redes sociales ha expresado su rechazo a esta fábrica, pidiendo que se salvaguarde la Reserva Ecológica de Cuxtal la cual se vería severamente afectada al ser el principal recurso hídrico de la región de Mérida y el área metropolitana incluyendo a Kanasín.

Es por eso que ya existe una petición en la plataforma Change.org, titulada “El agua vale más que la cerveza ¡Alza la voz por la Reserva Cuxtal!” que hasta el cierre de esta edición ya cuenta con 8 mil 876 firmas verificadas en el sitio web: https://chng.it/WMwNn5JCnd.

“No estamos en contra del desarrollo ni del empleo, pero sí estamos en contra del saqueo de nuestros recursos naturales por parte de empresas privadas que no respetan ni a la naturaleza ni a la comunidad”, se lee en la petición de Change.org

(Imagen principal de Archivo)