Debido a la contingencia sanitaria, no hubo homenajes artísticos en el aniversario luctuoso del ídolo de México.

Por Redacción.

 Mérida, Yucatán, 15 de abril de 2020.- En esta ocasión no hubo música de mariachi, tampoco misas ni bailables, mucho menos se repartieron tacos de cochinita. Por culpa de la pandemia del Covid-19, las y los vecinos de Mérida no realizaron el tradicional homenaje luctuoso a Pedro Infante, el ídolo de México.

Hace 63 años,  el avión en el que viajaba el artista se estrelló en la esquina  de La Socorrito, en la calle 54 por 87 del Centro Histórico al sur de la ciudad. Desde entonces, los colonos se organizan para realizar diversas actividades artísticas en su honor, pero esta vez se tuvieron que cancelar, pues nadie se quiere contagiar de coronavirus.

Algunos vecinos no quisieron que la fecha pase desapercibida, por lo que con ayuda de una escalera se subieron a la estatua de Pedro Infante para ponerle un cubreboca de tela.

Sin duda esta acción tuvo un enorme significado, es un recordatorio de que en esta emergencia sanitaria todos somos vulnerables y al mismo tiempo, una disculpa al cantante, pues no hubo las celebraciones como en años anteriores.

Los que tienen presente al ídolo de México le llevaron un humilde ofrenda floral que colocaron al pie de su estatua, ubicada en la calle 62 por 91, a pocas cuadras de donde ocurrió el accidente aéreo. 

“Con todo y esta enfermedad tenemos la costumbre de venir aquí cada 15 de abril, somos muy aficionados a las canciones y a las películas de Pedro Infante, por eso venimos. Se siente un poco triste que la gente no pueda asistir, nosotros nos la jugamos porque ya somos personas grandes, pero lo hacemos porque su historia nos trae muchos recuerdos”, declaró el señor Eusebio Moo, quien fue de los pocos que acudió a visitar el monumento. 

Eso sí, empleados del ayuntamiento de Mérida llegaron a temprana hora para pintar la efigie, para que esté presentable en este día tan especial para sus fanáticos. 

Pero tanto el museo “Amorcito corazón”, que se encuentra a unos pasos de la estatua, como el parque que lleva su nombre y que se inauguró apenas hace tres años, permanecieron cerrados este día.

La contingencia sanitaria por el Covid-19 impide aglomeraciones y festividades, por lo que esta vez el propio Pedro Infante, montado en su caballo, tuvo que usar cubreboca.