“Las familias en Yucatán pagan más y reciben menos”, indicó la legisladora del PAN, Ana Cristina Polanco Bautista.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 15 de mayo de 2025.-Desde el Congreso del Estado, la diputada del PAN, Ana Cristina Polanco Bautista alzó la voz por el costo desproporcionado de la energía eléctrica que afecta a las y los yucatecos, por lo que propuso que se realice una revisión para que la entidad cuente con una tarifa diferenciada que reconozca su clima extremo.

“Sin luz no hay bienestar. Ni calidad de vida, ni salud, ni seguridad”, declaró al afirmar que en Yucatán, la energía no es un lujo, sino una necesidad básica para resistir el clima extremo que impera durante gran parte del año.

De acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía, las familias yucatecas pagan entre 18% y 25% más en la tarifa de alto consumo en comparación con estados como Nuevo León o Sonora, que gozan de condiciones climáticas similares pero tienen tarifas preferenciales, por lo que la diputadacuestionó: “¿Por qué allá sí se reconoce su realidad climática y aquí no?”

Polanco Bautista expuso casos reales que reflejan la crisis: Don Alfonso, de Panabá, vio triplicado su recibo sin haber elevado su consumo; y Don Alfredo, de Tizimín, adulto mayor que trabaja en tapicería, enfrentó un alza del 131%. Estos ejemplos, dijo, son solo una muestra de lo que ocurre en cientos de hogares en todo el estado.

Aseguró que el impacto también golpea a pequeños negocios, como las tienditas de barrio, que deben limitar su inventario o desconectar refrigeradores por horas para evitar consumos elevados, afectando sus ingresos y su permanencia. A esto se suman los constantes apagones, que agravan aún más la situación.

“Las familias en Yucatán pagan más y reciben menos. Y no pueden esperar más”, advirtió. 

Ante ello, la legisladora panista hizo un llamado urgente al Congreso del Estado y al Ejecutivo Federal a tomar acción concreta mediante una partida presupuestal extraordinaria para fortalecer la red de distribución eléctrica en el estado y una revisión tarifaria diferenciada, que reconozca el contexto climático extremo de Yucatán.

“Esto no es un reclamo partidista, es una exigencia ciudadana. Las decisiones políticas deben reflejar empatía y responsabilidad. Sin luz no hay bienestar. Y Yucatán no puede seguir esperando en la penumbra”, concluyó.