Enérgico llamado a frenar los horrores de las megagranjas de cerdos

Activistas de Mercy for Animals protestaron en la Plaza Grande para denunciar el maltrato que sufren los cerdos en las fábricas de Kekén y la contaminación que provocan con sus aguas negras
Por José Cab
Fotos de Lorenzo Hernández
Mérida, Yucatán, 20 de julio de 2025.— Un grupo de activistas de la organización Mercy for Animals alzó la voz este domingo en la Plaza Grande de Mérida, denunciando maltrato animal y el devastador impacto ambiental provocado por las megagranjas de cerdos en Yucatán.
La protesta buscó generar conciencia sobre las deplorables condiciones en las que viven estos animales y la contaminación que amenaza los vulnerables suelos de la región.
Felipe Lanze, gerente de voluntariado de Mercy for Animals, hizo un enérgico llamado a la sociedad civil para que conozca “los horrores que pasan tras los muros de las megagranjas de cerdos en Yucatán”.
Como ejemplo, explicó que una investigación exhaustiva, realizada de noviembre de 2024 a marzo de 2025, reveló condiciones insalubres y crueles en el rancho San Gerardo, perteneciente al grupo Kekén.

La investigación detalla que los cerdos, incluidos los lechones, son forzados a vivir entre sus propios desechos, en un entorno de hacinamiento y humedad extrema. Muchos animales presentan lesiones evidentes, producto de estas condiciones inhumanas.
Las cerdas reproductoras no escapan a esta realidad: “Las jaulas de gestación son tan pequeñas que las mamás apenas pueden moverse de un lado a otro”, lamentó Lanze.
Los activistas denuncian que la industria porcícola en el estado cosifica a estos seres, tratándolos como meras “máquinas de producción” en lugar de seres sintientes.
Despilfarro de Aguas Negras y Deficiente Regulación
La problemática no se limita al maltrato animal. Mercy for Animals reveló que una investigación previa, realizada en 2023, ya había documentado el sistemático despilfarro de aguas negras por parte de estas megagranjas en las comunidades aledañas.
Alarmantemente, de las aproximadamente 872 megagranjas de cerdos que, según su investigación, operan en Yucatán, solo un 10 por ciento (unas 87) cuenta con un reporte de impacto ambiental.

Lanze enfatizó que el problema principal radica en la falta de aplicación de la ley. A su juicio, numerosas empresas porcícolas incumplen la normativa actual y, peor aún, no se están aplicando las sanciones correspondientes por estas infracciones.
El activista hizo un llamado urgente a las autoridades y “tomadores de decisiones” para que hagan cumplir las leyes en materia de maltrato animal e impacto ambiental. Argumentó que un mejor trato a los animales se traduciría directamente en una disminución del daño al medioambiente.
La protesta en Mérida subraya la creciente preocupación por la ética en la producción de alimentos y el impacto ambiental de la ganadería industrial, instando a las autoridades a tomar medidas contundentes para proteger tanto a los animales como al ecosistema yucateco.