“Podrán negarnos la palabra, pero no nos van a callar. Hay desaseo legislativo, incompetencia y falta de capacidad en la gestión del Congreso”, acusó el coordinador de la bancada del PRI.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 4 de diciembre de 2024.- El coordinador de la Fracción Legislativa del PRI, Gaspar Quintal Parra, lamentó la “incompetencia e intento de censura” por parte de Morena en el Congreso del Estado, al negarle la palabra a los legisladores de oposición, pero, recalcó, “no nos van a callar”.

En la sesión legislativa de este miércoles, cuando se puso a consideración un Punto de Acuerdo relativa a la Procuraduría de Justicia Ambiental y Urbana de Yucatán, el diputado solicitó la palabra para fijar una postura por alusiones personales, pero la presidencia de la Mesa Directiva se la negó.

Al respecto, Gaspar Quintal señaló que es preocupante la “actitud déspota” de Morena y que pareciera que en vez de preocuparse en el correcto desarrollo legislativo, sus representantes se encuentran enredados en una competencia servil por agradar a su máximo jefe.

“Podrán negarnos la palabra, pero no nos van a callar. Hay desaseo legislativo, incompetencia y falta de capacidad en la gestión del Congreso encabezado por Morena”, advirtió.

Les recordó que constantemente se contradicen en las sesiones, violan el reglamento interno y su propia ley del Poder Legislativo, por lo que queda claro que no se preparan y se limitan a leer escritos que les envían asesores que vienen de la Ciudad de México para controlarles su discurso.

“Lamentablemente tienen una ventaja: saben que las groserías y las agresiones tendrán una mayor visibilidad pública que los razonamientos. Los medios de comunicación y las redes sociales tienden a amplificar los desahogos primitivos porque suelen ser llamativos, mientras las argumentaciones reclaman en primer lugar ser entendidas y luego, contrastadas”, señaló.

Por cierto, en la sesión el diputado priísta tuvo que corregir al morenista Samuel Lizama Gasque que intentó censurar al público presente en el recinto legislativo por un silbido, recalcándole que sólo la presidenta de la Mesa Directiva tiene la atribución de solicitar orden en el Congreso local.