Hay que descolonizar la visión de que la casa maya “es para pobres”

El especialista de la UADY, Aurelio Sánchez, explicó que esta vivienda representa no solo sólo un hogar, sino también un espacio sagrado donde, según la cosmovisión maya, habitan los guardianes del cielo, la tierra y el inframundo.
Por Redacción
Mérida, Yucatán, 24 de junio de 2025.-El rescate y la preservación de las casas mayas son fundamentales para mantener la identidad, la memoria y los conocimientos ancestrales del pueblo maya, así como para cambiar esa visión errónea de que este tipo de vivienda “es para pobres”, afirmó el Dr. Aurelio Sánchez, profesor investigador de la Unidad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY).
“Más allá de ser un objeto de estudio académico, la casa maya tradicional representa un patrimonio cultural vivo que hoy se encuentra en riesgo de desaparecer”, declaró.
Con más de 3,000 años de existencia, esta vivienda —conocida en lengua maya como Xa’anil naj— ha sido testigo y protagonista de la forma de habitar, pensar y relacionarse con la naturaleza por parte de las comunidades mayas.
Su diseño arquitectónico, basado en técnicas de amarre y el uso de materiales locales como el huano, el bajareque y distintas maderas, refleja una profunda adaptación al clima y al entorno. Además, encarna una filosofía de vida sostenible, transmitida de generación en generación.
“La casa maya es la única arquitectura en Mesoamérica que no ha necesitado ser modificada durante siglos. Es una creación perfecta en su tipo”, explicó el Dr. Sánchez, quien ha documentado tanto su dimensión simbólica como sus funciones prácticas.
Agregó que esta vivienda representa no solo el hogar de las personas, sino también un espacio sagrado donde, según la cosmovisión maya, habitan los guardianes del cielo, la tierra y el inframundo.
Entre los principales riesgos que enfrenta esta tradición se encuentran la pérdida de conocimientos intergeneracionales, la sobreexplotación de recursos como el huano, el avance de los monocultivos y la urbanización, así como el aumento en los costos de construcción debido a la escasez de materiales y restricciones legales.
“Si no se siguen amarrando casas, las nuevas generaciones no aprenderán cómo hacerlo, y esos saberes pueden perderse. Además, el uso de materiales y técnicas inadecuadas pone en riesgo la resistencia de estas viviendas frente a huracanes”, advirtió.
Ante este panorama, la UADY colabora con comunidades mayas y colectivos sociales en iniciativas de salvaguarda, difusión y revalorización de este legado arquitectónico y cultural. Una de las acciones más relevantes es la propuesta para que los saberes asociados a la construcción y uso de la casa maya sean incluidos en la Lista Indicativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. El expediente correspondiente ya fue presentado ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Como parte de esta labor, también se han producido materiales educativos y audiovisuales como el documental Ichil xa’anil naj – En la casa de huano, disponible en línea, y el cuentacuentos La misión de un ratón, adaptado al formato audiovisual y narrado tanto en lengua maya como en español, con el fin de acercar este conocimiento a niñas, niños y personas de todas las edades.
“Debemos descolonizar la visión que asocia estas viviendas con la pobreza. La casa maya es la casa de los dioses, no de los pobres. Es momento de reconocer su verdadero valor cultural, simbólico y ambiental”, subrayó el investigador.
Finalmente, el Dr. Sánchez hizo un llamado a la sociedad, las autoridades y las instituciones educativas a sumarse a la protección de este patrimonio mediante políticas públicas que reconozcan y fortalezcan los saberes tradicionales como base de una identidad cultural viva y de un futuro más sostenible para Yucatán.