El sujeto que la atacó por la espalda, clavándole en dos ocasiones un desarmador en su cuerpo, únicamente fue hallado culpable por el delito de lesiones calificadas.

“La Fiscalía no investigó, este proceso demuestra una legalidad de la impunidad”, lamentó la víctima. 

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 29 de octubre de 2019.- A pesar de que intentó asesinar a la doctora y activista Sandra Peniche Quintal en la puerta de su clínica, el Tribunal de Enjuiciamiento decidió declarar culpable a Luis Ismael Dzib Medina por el delito de lesiones calificadas, por lo que podrá alcanzar la libertad pronto.

Durante todo el juicio oral, los abogados de la víctima solicitaron que se reclasificara el delito a homicidio calificado en grado de tentativa, pero fueron ignorados por los fiscales y los jueces.

Ayer en audiencia, el Tribunal deliberó la culpabilidad de dicho sujeto por los hechos ocurridos en marzo del 2018 y determinó que se trató de lesiones calificadas, es decir, de actos que trajeron como consecuencia la afectación a la salud corporal de la víctima y que se cometieron con premeditación, ventaja, alevosía y/o traición. Pero, de acuerdo a los juzgadores, el hombre no tenía la intención de terminar con la vida de la doctora Sandra Peniche.

Como se ha informado, dicha persona atacó a la activista afuera de su clínica Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva. Al menos en dos ocasiones le clavó un desarmador en su cuerpo, agrediéndola por la espalda.

Tuvo que intervenir un colaborador de la activista para evitar que  Dzib Medina la asesinara e incluso intentó huir, pero fue capturado a las pocas cuadras en el Centro Histórico y entregado a la Policía Municipal.

La agresión sucedió  durante el tiempo en que personas vinculadas a grupos religiosos empezaron a hostigar a la doctora rezando en frente de su clínica, acusándola de “matar bebés”. Además, ocurrió a los pocos días de que mujeres rezadoras exigieran la intervención de los elementos policiacos, sólo porque la doctora había colocado el cuadro de una vulva en su camioneta, en la puerta de su negocio.

En ese contexto, los abogados de la víctima hicieron énfasis que se tomara en cuenta que el ataque tendría que ver con su labor como defensora de los derechos humanos de las mujeres.

Lo que llamó la atención del caso es que desde el inicio, un juez de control advirtió que el agresor pudiera tener un padecimiento mental, razón por la que se encontraría bajo alguna de las causales de inimputabilidad y por lo tanto no recibiría castigo. Como medida cautelar fue internado en el Hospital Psiquiátrico de Yucatán, en donde finalmente se determinó que no padece de sus facultades mentales. 

Por lo pronto, al ser hallado culpable por el delito de lesiones calificadas y no por homicidio en grado de tentativa, podría obtener una pena de ocho meses de prisión, es decir, menos tiempo de lo ha durado el proceso judicial en su contra, por lo que podría alcanzar la libertad pronto.

Al respecto, la doctora Sandra Peniche lamentó que todo este proceso demuestra una legalidad de la impunidad, porque la Fiscalía de Yucatán no investigó, se dilató el juicio y no se interrogó adecuadamente al agresor. 

Además, criticó que no se investigó nada de las circunstancias en torno a los hostigamientos que ha sufrido por parte de las personas que, como hasta hoy día, continúan con su campaña “40 días por la vida” en frente de su clínica.