“Por dar servicio a más de un pasajero retuvieron mi automóvil, que es mi arma de trabajo, sin eso no puedo llevar comida a mi casa. Ya pasaron 13 días y la SSP no me lo entrega, a pesar de que ya pagué la multa”, denunció un chofer de Uber. 

Los conductores de plataformas y taxis están siendo afectados con la “cacería” que se intensificó en la Ola Uno, situación que les perjudica económicamente en esta contingencia sanitaria.  

Por Herbeth Escalante 

Mérida, Yucatán, 23 de junio de 2020.- Hace 13 días que inspectores de la Dirección Estatal de Transporte (DTEY) retuvieron su vehículo que utiliza para trabajar como chofer de Uber y, a pesar de que ya pagó la multa, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) no se lo ha devuelto, situación que le perjudica económicamente en esta pandemia.

“Me quitaron mi arma de trabajo, sin eso no puedo llevar comida a mi casa, las autoridades me están perjudicando y estoy desesperado, pues con esto del Covid-19 no hay trabajo, me quedé sin dinero”, señaló el conductor, quien ofreció la entrevista en el anonimato por temor a represalias.

La DTEY le retuvo su automóvil particular por transportar a más de un pasajero, como parte de la “cacería” que realiza, supuestamente para limitar la movilidad en esta contingencia sanitaria.

“Me pararon en una terminal de autobuses, a donde llevé a dos enfermeras. No es justo que nos persigan, necesitamos trabajar”, señaló desesperado.

Como hemos informado, a finales de abril el gobernador Mauricio Vila Dosal anunció que a los choferes de taxis y servicios de transporte tipo Uber solo se les permitirá llevar un pasajero. La medida causó controversia y, desde que inició la Ola Uno de la reactivación económica, se intensificó el acecho a esos conductores para multarlos.

“Tuve que pagar 3 mil 258 pesos de infracción y de ahí el Instituto de Movilidad  y Desarrollo Urbano Territorial (Imdut) me dijo que tenía que ir a la SSP para llevar mi recibo de pago y solicitar la devolución del coche”, relató.

Al llegar a las instalaciones de la corporación, lo trataron de forma prepotente, es más, no le prestaron ni un bolígrafo. Ahí le indicaron que tenía que escribir un correo para solicitar que le entreguen el automóvil, por lo que, para apresurarse, lo hizo a mano. 

En la SSP le informaron que su automóvil se encuentra en el depósito de la empresa particular  Grúas Abimerhi, pero hasta el momento no han firmado su “liberación”.

“Me dijeron que tengo que esperar la autorización del encargado de la Dirección Jurídica de la Policía, Guillermo Cupul Ramírez, pero hasta ahora no me han resuelto. Todos los días hablo y me dicen que ese señor tiene pendientes en la calle y que no siempre está en la oficina… prácticamente tienen secuestrado mi auto”, agregó el afectado.

El conductor averiguó en Grúas Abimerhi que para poder rescatar su auto tendrá que pagar mil 500 pesos por el servicio de grúa y 49 pesos por estadía. “Me va a salir más caro que la multa, no es justo lo que me está haciendo, ya van 13 días”, recalcó. 

El chofer indicó que está tan desesperado porque no tiene para comer, que ya pidió ayuda a la Comisión de Derechos Humanos (Codhey), por lo que espera que pronto las autoridades le entreguen el coche y pueda seguir trabajando.