A pesar de los reclamos de las activistas en el Congreso, el diputado asegura que seguirá con su iniciativa de enaltecer las corridas de toros, peleas de gallos y las calesas. “Por eso no vamos a votar por el PRI”, le respondieron.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 26 de mayo de 2021.- Luego de que activistas defensoras de derechos de los animales protestaron en contra de su iniciativa, el diputado del PRI, Marcos Rodríguez Ruz, declaró que seguirá impulsado que las corridas de toros, peleas de gallos y las calesas sean declaradas Patrimonio Cultural Intangible, pues según él se tratan de “tradiciones yucatecas arraigadas” y porque es la voz de quienes promueven esos eventos en los 106 municipios.

En álgida entrevista, el legislador del PRI sostuvo que le “está dando voz” a los organizadores de eventos taurinos, galleros, caleseros y vaqueros, ya que se trata de una cuestión de “historia y cultura” de Yucatán.

-¿Es cultura matar animales?- se le cuestionó.

-Respeto a todas las personas que tengan otras expresiones, que tengan otras  formas de pensar- se excusó.

-¿Entonces no va a echar atrás su iniciativa?- preguntó un reportero.

-Por supuesto que no, son los 106 municipios que están pidiendo que traigamos su voz- insistió Rodríguez Ruz.

-¿Aceptó ser voz de quienes promueven espectáculos de maltrato animal?- le cuestionó otro periodista.

-Promuevo la cultura y la historia, yo voy a seguir con mi iniciativa porque traigo la voz de la gente del interior del estado- indicó.

A pesar de que la actual legislatura está por concluir, Rodríguez Ruz sostuvo que habrá parlamento abierto para escuchar a diversos sectores para que opinen sobre este tema y hasta prometió llevar a la gente a las localidades para conocer lo que piensan los organizadores de estos espectáculos violentos.

Mientras el priísta daba la entrevista, las activistas lo criticaban y acusaban de incongruente, pues minutos antes votó por las reformas a la Ley de la Protección de la Fauna para elevar las sanciones a quienes maltraten y torturen animales, y por el otro lado quiere enaltecer los eventos de crueldad animal.

Luego se acercó a los animalistas para escuchar sus demandas y fue entonces cuando le recordaron que detrás de esos espectáculos hay casos de zoofilia, alcoholismo, violencia familiar y asesinato de animales.

“La vida de un animal no es negociable, los niños no quieren seguir viendo que maten animales”, le espetó una de las manifestantes, mientras él pedía respeto y prometía parlamento abierto. 

Le pidieron que reconsidere su iniciativa y que lea la Declaración Universal de los Derechos de los Animales. Además, le criticaron que por ganar simpatías se convierta en la voz de los promotores de la crueldad animal y le recalcaron que por esa misma razón no votarán por el PRI.