Entregaron las misivas escritas de su puño y letra, en las que piden que no levanten la suspensión a la fábrica de PAPO, pues no quieren que contamine su agua.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 25 de agosto de 2021.- “Les pido que por favor no abran la granja de cerdos, porque dañaría el aire que respiro y el agua que aquí en mi pueblo de Homún tomamos”, se lee en una de las cartas que entregaron niñas y niños de este municipio al juez Segundo de Distrito, Rogelio Leal Mota, para pedirle que no levante la suspensión definitiva contra la fábrica porcícola de la empresa PAPO. 

Cabe recordar que, este jueves, el juzgador decidirá si se mantiene o no la suspensión definitiva otorgada el 9 de octubre de 2018, la cual impide que la granja opere y contamine hasta que se resuelva el juicio. 

La medida cautelar primero fue concedida por el juzgado del Cuarto Distrito, ratificada por el Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito, y confirmada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Pero existe el riesgo que mañana jueves se permita que dichas instalaciones retomen  sus funciones.  

Por tal razón, 10 niñas y niños, quienes iban en compañía de un grupo de mujeres, acudieron a la sede del Poder Judicial de la Federación en Yucatán para entregar las misivas. En una de ellas, hechas a puño y letra, le recordaron al juez que estarán alertas de lo que ocurra mañana.   

“Seguiremos luchando por las aguas limpias, venimos a entregarle la carta de las niñas y niños al juez para que sepa que también ellos quieren mantener las aguas limpias y sanas”, explicó la mujer que se presentó como representante del pueblo de Homún. 

También señaló que las personas que se unieron a la lucha contra la granja de cerdos han recibido amenazas y ya no lo permitirán. Durante la lectura de un pronunciamiento, recordó que las y los habitantes ya decidieron que no quieren la fábrica, por lo que esperan que se respete su voluntad. 

“Queremos recordar al juez que el pueblo de Homún ya ha decidido que no quiere la granja, sabemos que tenemos derecho a decidir cómo queremos la vida en nuestro pueblo y no lo han querido respetar. Nosotros sabemos hacer justicia, tomar acuerdos y conversar qué nos conviene como pueblo, pero los jueces y las leyes de los que no son mayas no están respetando nuestra justicia”, leyó.  

Asimismo, enfatizó que las y los niños también son guardianes de los cenotes, pues nacieron rodeados de estos. 

“Para nosotras es importante su palabra, no porque sean nuestras hijas e hijos, sino por la responsabilidad que tenemos para que sigan creciendo y tengan un buen vivir en nuestro pueblo”, mencionó la mujer que leyó el comunicado. 

En total enviaron diez cartas, las cuales fueron recibidas en Oficialía de Partes del Poder Judicial de la Federación para ser entregadas a Leal Mota.