Que los pescadores tengan que armarse para defenderse es el peor de los escenarios, advierten

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 5 de marzo de 2019.-  Los llamados piratas modernos siguen atracando de manera impune en la costa yucateca. Hasta el momento ni las investigaciones de las autoridades ministeriales ni la vigilancia de los navales y otras corporaciones han dado resultados concretos

En los últimos días se reportaron nuevos casos. Los encapuchados amenazaron con pistola en mano a los tres tripulantes de la embarcación “La Andariega del Mar” frente a Telchac Puerto para llevarse el motor fuera de borda y su equipo de pesca.

Los pescadores fueron abandonados a la deriva y naufragaron por varias horas hasta que los rescataron elementos de la Secretaría de Marina, quienes remolcaron su lancha hasta La Caleta.

Pero los actos delictivos no sólo están ocurriendo en altamar. El pasado fin de semana los piratas se llevaron la lancha “Jafet” que estaba fondeada en la orilla del playón de Progreso para quitarle su motor de 60 caballos de fuerza.

El dueño de la nave, José Ceballos Canul relató que lograron encontrarla flotando cerca de las escolleras del puerto, pero perdió aproximadamente 200 mil pesos, que es lo que cuesta el equipo robado.

“Ya estamos hartos de los robos y cansados de que las autoridades no hagan nada para detenerlos, nos están quitando nuestra herramienta de trabajo. Compañeros de otros puertos como Dzilam de Bravo ya se están organizando, van a salir armados para defenderse, porque o son los delincuentes o somos nosotros”, advirtió.

Sobre este mismo conflicto opinó Manuel Sánchez González, presidente de la Unión de Armadores, quien reconoció que ya perdieron la cuenta de cuántos atracos han ocurrido, “pero lo que sí sabemos es que no se detienen, ya son varios,  por eso existe preocupación en el sector pesquero”.

Sobre la advertencia de los hombres de mar de que saldrían armados para defenderse de los delincuentes, señaló que ese es el peor de los escenarios, por eso exigen a las autoridades que solucionen este problema de una vez por todas.

“Antes los piratas se esperaban un tiempo entre un atraco y otro, esperaban que las autoridades aflojaran la seguridad un poco para volver a asaltar, pero ahora vemos que esas personas están más valentonadas y delinquen con mayor frecuencia”, lamentó.

Sánchez González indicó que es difícil vigilar el mar para evitar los asaltos de las embarcaciones, por lo que la estrategia del gobierno debe de ser investigar en tierra. Es decir, revisar los motores de las naves para detectar cuáles son ilegales o robadas y así dar con el grupo delincuencial.

Por su parte, el diputado presidente de la comisión de Justicia y Seguridad Pública en el Congreso local, Luis Borja Romero, señaló que si ya se tienen ubicados los focos de mayor incidencia delictiva en la costa, ahí se debe reforzar la vigilancia de manera coordinada.

“Nos hemos enterado de esas ilegalidades y atropellos que están sucediendo en el litoral, deben de atenderse de manera puntual y preventiva. Las víctimas también deben seguir denunciando para que haya un seguimiento y  una respuesta positiva”, indicó el priista.

Entrevistado sobre este mismo tema, el secretario de Pesca y Acuacultura Sustentable, Rafael Combaluzier Medina, reconoció que no tiene una cifra de cuántos atracos han ocurrido “pero hay más asaltos cada año”.

El funcionario estatal señaló que ha llegado a la costa yucateca “gente nueva que no respeta la pesca y que no tiene el ADN de los hombres de mar”. Sin embargo no quiso declarar si se trata de alguna mafia.

Dijo que recientemente inició un operativo permanente de seguridad en el litoral tanto para vigilar que se respete la veda como para tratar de controlar los robos de motores de las embarcaciones. “Queremos tener resultados inmediatos, ya se ve que está bajando la salida de lanchas furtivas”, agregó.

Quien de plano minimizó el conflicto fue el comandante de la IX Zona Naval, Humberto Lanz Gutiérrez, quien hace unos días declaró que una de las razones de los atracos en altamar es que los pescadores yucatecos se duermen en sus embarcaciones, por lo que no logran reaccionar cuando se acercan los piratas.