Prohíben pescar especies en riesgo en zona de Celestún

Durante cinco años quedarán restringidas diversas actividades de pesca en un área de 324 kilómetros cuadrados para permitir la recuperación del mero rojo, el pulpo maya y la langosta del Caribe.
Por Itzel Chan
Mérida, Yucatán, 9 de mayo de 2025.– Para proteger la biodiversidad marina y garantizar la sostenibilidad de la pesca, el Gobierno Federal declaró nuevamente la zona de refugio pesquero parcial temporal en el litoral de Celestún. La medida, publicada este 9 de mayo en el Diario Oficial de la Federación, estará vigente durante cinco años.
En ese periodo, quedarán restringidas diversas actividades de pesca en un área de 324 kilómetros cuadrados, con el objetivo de permitir la reproducción y recuperación de especies marinas como el mero rojo, el pulpo maya y la langosta del Caribe, que son vitales para la economía local y los ecosistemas costeros.
La declaratoria responde a una solicitud hecha por las propias cooperativas pesqueras de Celestún, respaldadas por estudios técnicos que evidencian los beneficios de estos espacios protegidos. Esta zona ya había sido resguardada anteriormente entre 2019 y 2024, pero su protección concluyó en octubre pasado.
Ahora, se retoma con condiciones similares: se prohíbe la pesca deportiva y la recolección por buceo, y se permitirá únicamente la captura de ciertas especies mediante métodos tradicionales, como el gareteo para el pulpo o el troleo para peces como el carito y la sierra, siempre en concordancia con los periodos de veda.
Según especialistas del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), los refugios pesqueros han demostrado ser una herramienta eficaz para conservar los recursos marinos y mejorar la productividad a mediano plazo. La apuesta es también social: en Celestún, al menos mil 787 personas dependen directamente de la pesca.
Además de las restricciones, el acuerdo incluye acciones de monitoreo y repoblamiento, en las que se contempla la participación activa de los pescadores, quienes han diseñado estructuras especiales para facilitar el asentamiento de crías y conocen de primera mano el comportamiento del mar.