En la manifestación exigieron justicia por Erick, un joven que murió en el centro de rehabilitación Vida Yucatán.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 12 de junio del 2021.- En conjunto con colectivas feministas, la familia de Erick Jesús Quintal Manzanero exigió justicia por la tortura que vivió en centro de rehabilitación Vida Yucatán, la cual le costó la vida. Además, acusaron a Marcos A.R.G el “padrino”, encargado  del anexo, de cometer estos actos y también fue señalado de violar a una joven.

En entrevista, José Antonio Quintal Chan,padre de Erick, relató que lo ingresó a dicho centro el pasado 5 de mayo, y el día 12 le avisaron que murió a causa de un infarto. Sin embargo, tiene las pruebas suficientes para afirmar que lo mataron por inyectarle alguna sustancia que le ocasionó una sobredosis.

“Hay pruebas para demostrar que fue torturado, le inyectaron dosis de más de alguna sustancia. Mi hijo le dijo que se empezó a sentir mal al famoso padrino (Marco) y lo llevó al Hospital O ´Horan, pero creo debió llamar al 911 o darse cuenta dos, tres días antes, en cambio lo subió con toda la calma al auto. Ya puse mi demanda y a los ocho días fue mi esposa a poner su demanda, hay que esperar, pero no sé cuánto tiempo”, dijo 

El cuerpo de Erick tenía marcas de tortura, sus muñecas estaban lastimadas, su padre cree que lo esposaban. También denunciaron que someten a los jóvenes que ingresan a otros tratos crueles con la excusa de rehabilitarlos.

“Hay personas que pueden testificar. Los dejan sin comer dos o tres días, les dan electroshock, los amarran, según es parte de su rutina ¿Pero les hacen eso a los chavos?  Los del centro dijeron que fue un infarto. A mi hijo no me lo van a devolver, pero sí podemos evitar que le pase a más personas”, declaró en la manifestación.

Es importante señalar que las colectivas feministas, como el Frente Nacional para la Sororidad, se sumaron a la lucha por justicia, pues una joven denunció que fue violada en el 2015 por Marcos. Ella señaló que la anexaron, ya que tras perder a su padre se refugió en las drogas.

“Nunca olvidaré el momento en el que se paró de frente mío y agarró mi ropa interior, la guardó en su pantalón y dijo que me haría una verdadera mujer. Empezó a acorralarme hacía la pared y comenzó a besarme a la fuerza, puse resistencia y me dio un puñetazo. Tenía tanto miedo de que acabara con mi vida y simplemente dejé que mis lágrimas cayeran y no puse más resistencia, me violó, acabó con mi dignidad y mis esperanzas de vida”, se lee en el texto con el que convocaron a la protesta.