Las vecinas del fraccionamiento Naranjos denunciaron que dichos hombres aprovechan que sus hijas salen a jugar a la calle para exhibirse y masturbarse frente a ellas. Lamentaron que la falta de vigilancia provoque un ataque sexual.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 4 de agosto del 2021.- Desde hace más de un mes, las niñas que viven en la calle 8J con 21 del fraccionamiento Naranjos en Kanasín son acosadas sexualmente por dos vecinos que aprovechan que salen a jugar para exhibir sus penes y masturbarse.

En la última agresión, la madre de una de las menores interpuso una denuncia y pidió apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). La policía nunca llegó y para colmo, la línea de emergencias 911 clasificó su llamada como broma. 

Andrea Argelia Peraza Domínguez relató que el sábado 24 de julio, alrededor de las 8 de la noche, su hija de ocho años fue víctima de este sujeto. Enojada fue a confrontar al joven – quien es mayor de edad- y su madre salió en su defensa y dijo que su hijo sería incapaz de esta acción. Sin embargo, el vecino admitió que se le “cayó” su pantalón.

“Él respondió que no hizo nada, que supuestamente se le cayó su pantalón, pero cuando fuimos aún lo tenía desabrochado y con el cierre abajo. La Policía nunca llegó, habló mi mamá, mi hermanito, el hijo de una vecina, y hasta por insistir al 911 una grabación me respondió que mi llamada era de broma. Luego de una hora nos dijeron que vendría la patrulla 257 de la SSP, pero nunca llegó”, señaló. 

El domingo 25 de julio, Andrea interpuso la denuncia correspondiente en la Fiscalía General del Estado (FGE) y se inició la carpeta de investigación 2113/2021. Le indicaron que difícilmente iba a proceder y la invitaron a poner cámaras de vigilancia para tener pruebas.

Otra vecina, María Martha López González, lamentó la actitud de las autoridades, pues su hija de 15 años también fue víctima, pero del padre de este sujeto. En junio, el señor aprovechó que la adolescente fue a ofrecer venta de panuchos en compañía de una amiga para exhibirse delante de ellas. 

Es importante mencionar que a raíz de la pandemia del Covid-19, las mamás se turnan para vigilar a las niñas y los niños, pues tras meses de confinamiento acordaron que podrían jugar al aire libre para no pasar tantas horas frente a la televisión y celular. 

“Entre todas nos cuidamos por eso estamos aquí denunciando públicamente. Lamentablemente si no nos ayudan y vuelve a pasar, así seamos nosotras mujeres, vamos a entrar por él, yo no voy a esperar que violen a mi hija y a ningún niño”, detalló María, quien dijo que los sujetos su mudaron a la casa hace ocho meses, por lo que desconocen sus nombres.

Recordó que esta no es la primera ocasión que su hija e hijo se enfrentan a un pedófilo. En la primaria de la comisaría San Antonio Tehuitz  de Kanasín, ella tuvo que golpear a un sujeto que se masturbó y ofreció cacahuates a sus hijos, en aquella ocasión levantó una denuncia y nunca pasó nada. De hecho, era algo que ocurría a diario y tampoco la escuela hizo nada al respecto. 

Otra señora, Hilda Virginia Magaña Alvarado, se solidarizó con sus vecinas, ya que teme que la violencia sexual escale y ataquen a uno de los menores.

“En una casa con dos personas que acosan a las niñas, es una alerta y un foco rojo. Yo tengo nietos y me da miedo que les pase algo. Mi vecina (Andrea) fue a denunciar y no hacen nada ¿Qué esperan o quieren de prueba? ¿un bebé o niño violado? Las personas como ellos no van a esperar para dañar, solo van a satisfacer sus instintos. Ahora mis vecinas son las afectadas, pero yo tengo nietos y podría pasarles, no es un chisme de vecinas, es algo serio. Se trata de cuidar a los niños”, reiteró. 

Pese a la denuncia y las llamadas de auxilio al 911, ninguna patrulla de la SSP vigila la zona. Las mujeres manifestaron que ante la inacción de las autoridades harían justicia por su propia mano. Ya no permitirán que continúen acosando a sus hijas.