Sus fotografías y videos íntimos fueron difundidos sin su consentimiento. Las extorsionaron, se burlaron de ellas y destruyeron su autoestima. Pero ya no se quedan calladas y luchan contra estas violencias. 

Por Claudia Arriaga.

Mérida, Yucatán, 27 de abril del 2021.-Anabel tenía 12 años cuando fue víctima de violencia digital. Jugaba con sus amigas a intercambiar fotos en tops deportivos y una de sus imágenes  llegó a manos de una persona que le pidió dinero a cambio para no difundirla. Ella era una niña, no pagó y acabó en una página de internet de pornografía.

“A esa edad sufrí violencia digital, se me hizo gracioso enviar fotos de tops deportivos, era un top sumamente inocente. Llegó a manos de una persona que manejaba Twitter e Instagram. Me manipuló y amenazó con que si no le daba dinero difundiría las fotos. Mi prepa fue un asco, mis amigas se burlaron de mí hasta que esa página desapareció y el administrador lo borró”, explicó.

Graciela tenía 16 años y su novio le tomó fotografías íntimas. La adolescente se enteró meses después de que el resto de la escuela donde estudiaba tenía esas imágenes. Al no encontrar apoyo, ella pensaba que su única salida sería el suicidio. 

“Muchas veces intenté suicidarme, pensé que nadie me comprendía, decía que debía huir de aquí, fueron dos años en que aguanté críticas, amenazas de él y su familia. La violencia digital nos pone en riesgo de muchas formas, nos hace pensar que la mejor solución es la muerte, pero no es así”, acotó.

Las fotografías de la joven siguen en el ciberespacio y lo que para ella representó un grave daño, fue diversión para otras personas, incluido el agresor. 

Mirna también tenía 16 años, sus amigos, un grupo de 11 hombres adolescentes le robaron su contenido íntimo. Ella los descubrió, pero ya era demasiado tarde. “Planearon cómo me iban a extorsionar para mantenerme callada,  a quien se lo iban a mandar y cómo lo iban a subir a una pagina pornográfica. Me destruyeron, destruyeron mi autoestima, al grado de no querer vivir”, comentó.

A Nallely la grabó su novio mientras tenían relaciones sexuales. Ella aún era adolescente y él mayor de edad. Al terminar la relación, dicho sujeto difundió los contenidos.

“Se hicieron virales porque se pasaron por mensajes, Airdrop, vendió los videos, pero no quise investigar bien porque me daba mucha vergüenza. Me deprimí, hasta la fecha es algo que me cuesta hablar y decirlo, sé que mucha gente me vio en algo que es íntimo”, lamentó.

Reconocer la violencia digital y castigarla es uno de los reclamos de las feministas yucatecas, pues escala de lo virtual a lo real. Ellas hacen un llamado a que se apruebe la Ley Olimpia para castigar a sus agresores.

Apenas este lunes, se realizaron una serie de protestas en México para exigir se aprueben las reformas del Código Penal Federal y la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en México, con las cuales será más fácil el acceso a la justicia para quienes sufren violencia digital. 

Ante este panorama, la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados determinó que la votación para aprobarla se realizará este jueves 29 de abril.