“Nuestro día a día como familia lesbomaternal es como la de cualquier otra, no somos diferentes a nadie, por eso es importante derribar todas las barreras de discriminación”, señalaron Lorena y Karla. 

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 17 de junio de 2021.- “Nuestro día a día como familia lesbomaternal es como la de cualquier otra, no somos diferentes a nadie, por eso es importante que nos dejen de ver como algo anormal y derribar todas las barreras de discriminación”, señaló Lorena Núñez, quien junto con su esposa Karla Alpuche brindan amor, educación y hogar a su hijo Karlo.

Ellas lucharon en 2014 para registrar a su primogénito con el apellido de ambas. Fueron las primeras en ganar un juicio de amparo en Yucatán para que las autoridades del Registro Civil reconozcan su derecho como madres. Su triunfo es un parteaguas en la lucha de la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgéneros (LGBT+) en la entidad.

Saben lo que significa enfrentarse a la homofobia impuesta por el Estado y aunque reconocen que ahora la sociedad yucateca es un poco más abierta, la realidad es que no se quedan calladas cuando tienen que defender a su familia ante cualquier esbozo de discriminación.

“Me ha tocado que me pregunten cómo es nuestra vida como familia lesbomaternal y yo les respondo que igual que todas las familias. No somos diferentes,  somos iguales, la convivencia con nuestro hijo es igual a la que cualquier familia tradicional”, enfatizó Lorena.

Entrevistada en el marco del Mes del Orgullo LGBT+, señaló que es necesario que las dejen de ver como “algo anormal”, ya que son personas comunes y corrientes que decidieron formar una familia. 

“Hay que seguir luchando para que no haya discriminación hacia las personas de la comunidad, para que no haya tanto suicidio. Lamentablemente hay jóvenes que son discriminados por su propia familia y terminan suicidándose, porque se sienten solos y extraños, como si ellos estuvieran mal, cuando en realidad no es así”, declaró.

Por su parte, Karla indicó que con el paso del tiempo se van rompiendo las barreras homofóbicas en Yucatán, pero para lograrlo hay que alzar la voz, dejar claro que las personas LGBT+ tienen los mismos derechos que los demás.

“Recuerdo que hace poco en la escuela, la maestra de Karlo me preguntó que quién era yo, si ya antes le habían presentando a su mamá (haciendo referencia a Lorena). Me preguntó si era la hermana o la prima. Entonces le aclaré que también soy su madre, que Karlo tiene dos mamás. Además le cuestioné si hace es mismas preguntas a las familias heteroparentales”, relató.

Lorena, Karla y Karlo son una familia normal que no se queda callada ante la discriminación.