Una maestra de dicho plantel fue encerrada en el privado de la oficina en donde la agredieron verbalmente y la amenazaron. Las autoridades académicas de la UADY no le brindaron protección y justificaron al agresor.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 25 de octubre de 2022.-Una profesora* de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), denunció haber sufrido violencia laboral y de género por parte del secretario administrativo de dicho plantel y, a pesar de que lo reportó a las autoridades universitarias, éstas la revictimizaron y el caso sigue impune.

La docente relató a Haz Ruido que los hechos ocurrieron el pasado 6 de septiembre, cuando el abogado identificado como J.E.R.A. la encerró de manera arbitraria en el privado de su oficina, donde la agredió verbalmente y, abusando de su posición jerárquica y con una postura retadora e intimidante, dijo que no le renovaría su contrato laboral para el próximo semestre, supuestamente por instrucciones del director, Carlos Alberto Macedonio Hernández.

Ante el daño sufrido hacia su salud mental y la negativa de respetar su estabilidad laboral, la maestra presentó ese mismo día una queja ante el protocolo de violencia de género de la UADY e informó al abogado general, Renán Solís Sánchez, de lo ocurrido, así como a la rectoría. Sin embargo, no ha obtenido una respuesta hasta el momento. 

Eso sí, dijo que las autoridades del plantel la han revictimizado al cuestionarla por presentar la queja e incluso han intentado justificar los comportamientos del funcionario, quien tres semanas después de lo ocurrido habría solicitado su jubilación. Incluso, detalló que llevaron a un representante de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Yucatán (CODHEY) a presenciar dichos cuestionamientos.

“Tanto el director de la Facultad como la secretaria académica, la abogada Lucely Carballo Solís, me han llamado a su oficina cuestionando mi queja presentada ante el Protocolo y justificando en todo momento la conducta del abogado J.E.R.A. por ser una persona de la tercera edad y por encontrarse enfermo, sin garantizarme un trato digno en mi espacio de trabajo”, declaró.

De igual manera, explicó que la situación le sigue afectando, pues, aunque se rumoró que el funcionario había solicitado su renuncia o su jubilación, éste sigue presentándose en el plantel donde ella continúa sus labores de docencia, dejándola en un estado de indefensión.

La profesora hizo hincapié en que el protocolo de violencia de género no es eficaz ya que no les brinda protección a las víctimas contra sus agresores y mucho menos ofrece un acercamiento a las mismas para conocer su situación sin revictimizarlas. 

Finalmente, hizo un llamado a no romantizar la violencia de género institucional, mucho menos cuando se trata de una persona mayor de edad o con algún padecimiento.

Asimismo, señaló que espera que las autoridades académicas puedan resolver su situación laboral ante la amenaza de que no le renovarán su contrato sin que queden claras las razones.

*Para evitar represalias, omitimos el nombre de la víctima en esta nota periodística.