Estalla Jacinto Sosa: El Va y Ven es un millonario negocio privado

Durante el informe de la ATY en el Congreso, exhibió que el gobierno panista anterior estableció contratos millonarios para unas cuantas empresas y que el sistema es financieramente insostenible, con un déficit anual de mil 860 millones de pesos a costa del pueblo.
Por Herbeth Escalante
Mérida, Yucatán, 30 de abril de 2025.- Al rendir el primer informe de la Agencia Estatal de Transporte (ATY), el nuevo director, Jacinto Sosa Novelo, arremetió en contra de la administración estatal panista anterior, recalcando que con el sistema Va y Ven hicieron del transporte público un negocio privado pagado con dinero del pueblo. Además, sostuvo que es financieramente insostenible con un déficit anual de mil 860 millones de pesos y que su infraestructura mal planeada cobra vidas.
Declaró que el esquema que dejó el anterior director de la ese instituto, Rafael Hernández Kotasek, plantea ingresos multimillonarios a ciertas empresas operadoras a lo largo del tiempo, quedando desprotegido el sistema frente a esos arreglos, ya que se les paga por kilómetros no recorridos, generando sobrecostos millonarios.
“El modelo de pago por kilómetro en el sistema Va y Ven, planeado desde su inicio y así recibido, establece en los contratos de concesión que los operadores reciben un pago garantizado por 270 kilómetros diarios por unidad, sin importar el número real de kilómetros efectivamente recorridos. En la práctica, los registros operativos de 2024 muestran que las unidades recorren, en promedio, entre 230 y 250 kilómetros diarios. Sin embargo, el pago se realiza como sí cumplieran los kilómetros garantizados”, declaró.
En un discurso fuerte en el Congreso del Estado, también recordó que se adquirieron 733 nuevas unidades que son más confortables “y bonitas”, pero inadecuadas en muchos casos para las distintas calles y vialidades de Mérida Valladolid, y Tizimín.
Y sobre el subsistema Ie-Tam, señaló que cuenta con cinco rutas eléctricas operando actualmente con números rojos.
“Hay que decirlo claro y fuerte: Desde el principio, los aspectos financieros no estuvieron bien y debidamente planteados. Las decisiones ocurrentes tomadas complicaron la operación del sistema, desde las características de los vehículos impuestos para su adquisición hasta la infraestructura caprichosa construida, creando un problema serio que pone en riesgo el funcionamiento actual y futuro del transporte”, sostuvo.
Jacinto Sosa indicó que las dimensiones, tipo, características y la cantidad abrupta de adhesión en el número de camiones al sistema Va y Ven, sin mediar estudio técnico alguno de movilidad, ha resultado como un verdadero despropósito.
El director de la ATY recalcó que el sistema es financieramente insostenible, pues para este año se esperan ingresos por mil 321 millones de pesos, pero enfrentaría gastos superiores a 3 mil 179 millones. Esto generaría un déficit de casi mil 860 millones de pesos.
“En términos prácticos, por cada peso que ingresa a la ATY, apenas se cubre el 41 por ciento de sus costos operativos. Para dimensionar esto, si tuviéramos que pedir un apoyo al Estado para combatir el déficit, sería lo equivalente al 30% del presupuesto de la Secretaría de Salud y al 40% del presupuesto a la Secretaría de Seguridad Pública”, ejemplificó.
Advirtió que de no corregirse el modelo jurídico y financiero recibido, el sistema Va y Ven durante los próximos seis años requeriría más de 11 mil millones de pesos de subsidio estatal.
“Con esa cantidad se podrían construir 24 hospitales tipo O’Horán. Edificar 760 escuelas. Pavimentar más de 12 mil kilómetros de carreteras rurales. O bien, es lo equivalente a la inversión que tendrá la ampliación y modernización de Puerto Progreso”, apuntó.
Ante diputados de todos los partidos políticos, señaló que urge actuar con responsabilidad y gran sentido de colaboración entre las distintas partes para proteger el sistema de decisiones improvisadas, caprichosas e irresponsables, garantizando su viabilidad a largo plazo.
“Este modelo recibido resulta lesivo a la movilidad pues premia la originaria acción improvisada y apresurada de los que se fueron, de contar solo con camiones bonitos, así como la ineficiencia. Además, drena los recursos que pueden ser destinados para mejorar y ampliar el sistema. Lo peor, premia a unos pocos que reciben millones de pesos al año”, advirtió.
Por cierto, llamó la atención que en una parte de su discurso hizo referencia al caso de la mujer que murió ayer atropellada por un autobús del Va y Ven, recalcando que la mala infraestructura del sistema de transporte de la administración anterior ya está costando vida.
En otro punto habló de las polémicas tarjetas azules de pasaje, las cuales, debido al cambio en el sistema de cobro quedaron sin posibilidad de uso, representando una pérdida financiera de alrededor de 30 millones de pesos para las finanzas públicas.
Y sobre los Centros de Transferencia Modal (CETRAMs), dijo que carecieron de una adecuada planificación técnica integral que ha derivado en costos muy elevados de mantenimiento, seguros y actualización tecnológica, que no estaban previstos ni cubiertos financieramente.
“Por ejemplo, existe un CETRAM en la zona norte que compromete a la ATY con pagos anuales de renta por 22.2 millones de pesos durante 15 años, lo que representa un gasto de más de 333 millones de pesos. Sin embargo, al finalizar este plazo, el inmueble no pasará a ser propiedad del Estado. Este puede ser el paradero de transporte público más caro de América Latina y solo sirve su banqueta para ascenso y descenso de usuarios de la ruta periférico exterior y su costado sobre avenida Yucatán, a la ruta circuito Metropolitano”, subrayó.
Para finalizar su discurso, Jacinto Sosa se comprometió a rescatar el transporte público como un derecho, no como un negocio ni como una mercancía. Además, remarcó que no permitirá que el costo de la irresponsabilidad, las prisas políticas e improvisación lo sigan pagando las familias trabajadoras.