Además no se les permite acceder a puestos de poder por no tener dinero y porque hablan una lengua indígena.

Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 8 de septiembre del 2021.- Las mujeres mayas promotoras del voto para los candidatos de partidos políticos en Yucatán contantemente son víctimas de violencia política en razón de género, además de que no se les permite acceder a puestos de poder por no tener dinero y porque hablan una lengua indígena.

Así lo recalcaron las participantes del primer Congreso de Mujeres Políticas  de Yucatán, quienes lamentaron que ellas no son contempladas en el Protocolo para Atender la Violencia Política contra las Mujeres.

Durante la presentación de la “La Agenda Municipal con Perspectiva de Género para la Participación de las Mujeres Mayas”, actividad que se realizó en el marco del Congreso, las coordinadoras del proyecto dieron a conocer las dificultades que enfrentan las mujeres indígenas para ser parte de la vida política.

“El trabajo de las promotoras no es reconocido, tampoco está en los Protocolos y hay que trabajarlo porque también están haciendo política y sufriendo de violencia política. Tampoco hay defensa jurídica en lengua maya, no tienen conocimiento por lo general de los protocolos para denunciarla y para identificar violencia, están indefensas en ese sentido”, mencionó la maestra Rosalía López.

Cabe mencionar que la Agenda la trabajaron con 87 mujeres del municipio de  Halachó, quienes precisaron que varias de las agresiones las viven cuando se desplazaban de una comisaría a otra por las noches para promocionar el voto.

También los estereotipos de género son otras de las barreras para que la mujer maya pueda acceder a puestos políticos. “Les dicen que no conocen de política, que no tienen nada que hacer, ya que cuando son promotoras les dicen que sólo pueden hablar del partido y candidato que representan”, apuntó Rosalía.

Por su parte, la maestra Bertha Maribel Pech Polanco enfatizó que no existen programas para que las mujeres mayas conozcan sus derechos políticos. Lamentó que, aunque quisieran participar en la vida pública de su municipio, es complicado hacerlo debido a la estructura machista.

“Los esposos y familias no las dejan participar. Los esposos pueden ir a los mítines, pero ellas no. Además, muchas de las campañas de los procesos políticos están vinculados a lo económico y muchas quieren tener un trabajo con un ingreso seguro para involucrarse en lo político”, declaró.