Madres feministas hicieron el paro #UnDíaSinNosotras en un parque de Mérida  con sus hijas e hijos. Recordaron que sin el trabajo de cuidados el mundo colapsaría y, aún así, está  profundamente infravalorado.

Por Redacción.

Mérida, Yucatán, 9 de marzo de 2020.- Para que también se sienta su ausencia en #UnDíaSinNosotras, madres feministas realizaron actividades con sus hijas e hijos en el parque de Pensiones, con la intención de visibilizar que el trabajo de cuidados no es remunerado y que históricamente ha sido infravalorado.

En el evento, convocado por la colectiva Madres Feministas, explicaron que se sumaron al paro de mujeres de manera simbólica, “porque en realidad, nosotras, las madres y las cuidadoras, no podemos dejar de cuidar”.

Explicaron que crianza no puede parar, tampoco la atención a las y los enfermos, porque suspenderlos significa poner en riesgo la vida misma. 

“Sabemos que la intención de este paro es hacer visible nuestro aporte a la economía y a la sociedad, y por ello apoyamos a nuestras compañeras y amigas que sí trabajan exclusivamente fuera de la casa y que hoy reivindican su trabajo. Sin embargo, pretender que nosotras, las madres y las cuidadoras, paremos durante todo un día es como pretender que para hacer visible la importancia del oxígeno lo hagamos desaparecer por un día. Porque no hay vida sin cuidados”, sostuvieron.

En el parque realizaron actividades lúdicas con niñas y niños y se encargaron de sus cuidados, como si estuvieran en sus propios hogares. Ahí colocaron carteles con consignas como “criar es trabajo no pagado” y “quiero caminar libre y sin miedo con mi hija”, entre otras.

Precisaron que decidieron manifestarse en parques infantiles “porque si paramos en casa, nadie se entera y, si paramos nosotras, se para el mundo. 

Explicaron a las presentes que las mujeres realizan más de las tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado en el mundo, es decir, lo relacionado a tareas que son básicas para que el mundo funcione, como cocinar, limpiar, lavar, coser y en las zonas rurales, ir en busca de agua o leña. También engloba el cuidado de personas dependientes, es decir, de niñas y niños, mayores y personas enfermas o con algún tipo de discapacidad.

“A pesar de ser uno de los pilares de una sociedad próspera, el trabajo de cuidados no remunerado o mal remunerado es prácticamente invisible. Está profundamente infravalorado, y tanto los Gobiernos como las empresas dan por sentado que se va a hacer. De hecho, no suele considerarse un trabajo como tal, y los recursos destinados a este trabajo suelen contabilizarse como un gasto, y no como una inversión”, criticaron.

Enfatizaron que no es una exageración asegurar que sin el trabajo de cuidados el mundo colapsaría, ya que si nadie realizara las tareas cotidianas, que son las que permiten que todas las demás actividades se desarrollen, el mundo simplemente no funcionaría.