Por Claudia Arriaga

Mérida, Yucatán, 31 de diciembre de 2020.-Cuando César Alejandro Borge Herrera despertó estaba en el hospital, lo habían ingresado a consecuencia de una intoxicación aguda por alcohol. Tenía 18 años cuando una noche de antro se convirtió en una terrible experiencia.

Lo último que recuerda es que entró al baño y saludó a un amigo. “Lo saludé y me preguntó si estaba bien”, dijo. Sin embargo, para sus amigas la historia fue distinta, le contaron que en realidad un conocido lo encontró prácticamente desvanecido en los sanitarios.

En entrevista, el joven de ahora 27 años compartió este capítulo de su vida, en el cuál su salud estuvo comprometida:

“Mis amigas me dijeron que regresé a donde estábamos y que les dije que me sentía mal, después de un breve momento me desplomé y tiré la mesa. Entre ellas y el personal del antro me ayudaron a salir y me subieron al auto”, comentó César.

Para ese momento él ya sacaba espuma por la boca y en la desesperación, pero más que nada con temor de regresarlo a casa porque César no tenía permiso de salir, sus acompañantes intentaron hacerlo reaccionar tirándole una bolsa de hielos completa sobre el cuerpo.

Al no funcionar este remedio, no quedó más opción que llevarlo con su madre, quien al notar que su pulso estaba bajando decidió trasladarlo a Urgencias.

“Me llevaron al hospital donde me canalizaron vía intravenosa. Aún no entiendo qué pasó porque solo estuvimos como una hora en el antro y tome como cuatro o cinco vasos de la misma botella que consumieron todos”, puntualizó.

Por fortuna este incidente no pasó a mayores y ahora César puede compartir su historia, pero el caso de este joven yucateco no es el único, es también la de miles de personas en la entidad.

Según los datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Yucatán nuevamente se encuentra en el primer lugar de casos por intoxicación aguda por alcohol. Ha encabezado esta incidencia desde hace varios años.

Hasta el 19 de diciembre del 2020, un total de 2 mil 418 personas tuvieron que ser atendidas de emergencias en los nosocomios de Yucatán por padecer intoxicación aguda por alcohol. De estos, 2 mil 285 fueron hombres y 133 mujeres.

Le siguen los estados de   Jalisco  con  mil 874 casos, Guanajuato con mil 703 y Ciudad de México con 1 mil 539.

Debido a la pandemia, en este año se redujo considerablemente los ingresos de personas intoxicadas por alcohol en Yucatán, pues en el 2019 se reportaron  9 mil 814 casos.

Para el director del Centro de Integración Juvenil en Yucatán, Víctor Roa, no se puede negar que existe un problema de alcoholismo en el estado y que las medidas restrictivas durante la contingencia sanitaria visibilizaron esta situación.

“Lo vimos en la pandemia con la ley seca, como se presentaron casos de intoxicación y muertes por alcohol adulterado, es un problema que se tiene que atender y reforzar las medidas preventivas”, enfatizó.

También dijo que el alcoholismo es una puerta para experimentar con otras drogas y lamentó que se han detectado casos de niños de edades entre los nueve y diez años consumiendo alcohol. Cabe mencionar que la Encuesta Nacional de Adicciones 2016 señaló que, en la región sur, el alcohol es la principal droga de impacto.

Por otro lado, la Encuesta Estatal de Adicciones de Yucatán (EAY) sobre el uso y mal uso del alcohol 2005, documentó que el 96 por ciento de los hombres bebedores y el 83 por ciento de las mujeres bebedoras se inician en el alcohol antes de los 25 años de edad.

También reportó que la cerveza es la bebida de preferencia sin distinción de sexo, seguida por destilados, vinos de mesa, bebidas envasadas tipo “coolers”, aguardiente y finalmente pulque.

Este mismo estudio en el 2014, último año en que se ha efectuado, determinó que el grupo de edad que presenta mayor consumo de alcohol es el de 30 a 39 años. Y que la edad de inicio más frecuente en los hombres se encuentra entre los 15 y 17 años, en cambio las mujeres en edades más tardías, entre los 18 y 19.

En el estado existen seis Centros de Atención Primaria en Adicciones (CAPA) que pertenecen a los Servicios de Salud de Yucatán para atender problemas como el alcoholismo, tres están en Mérida y tres en los municipios de Valladolid, Tizimín y Ticul.  Y también está el Centro de Rehabilitación para enfermos alcohólicos “Cottolengo” de la iniciativa privada, que desde hace más de 30 años brinda refugio a quienes buscan iniciar una nueva vida. (Publicado también en La Silla Rota)