Mediante “el juego de la serpiente”, el profesor identificado como Guillermo M. D. aprovechó para hacer tocamientos lascivos a los menores y amenazó con golpear a sus padres ya que también es el luchador conocido como “Halcón Rojo Junior”.

Ya son seis las denuncias interpuestas ante la Fiscalía, por lo que madres y padres de familia piden agilizar el proceso para que el sujeto sea detenido pronto.

Por Redacción

Mérida, Yucatán, 4 de febrero de 2025.-Madres y padres de familia se manifestaron este martes para pedir justicia por el abuso sexual cometido en contra de niñas y niños alumnos del preescolar particular “Ovide Decroly” por parte del maestro de educación física de nombre Guillermo M. D.

Durante la manifestación, Rosy Saldaña, madre de una de las niñas afectadas, explicó que tuvo conocimiento de las agresiones gracias a que su hija le platicó sobre el “juego de la serpiente” con el cuál Guillermo M. D. aprovechaba para lamer, morder y tocar diversas partes del cuerpo de los estudiantes.

Además, el hombre amenazaba a los menores con golpear a sus padres si les contaban lo sucedido, escudándose en que también se dedica a practicar la lucha libre bajo el nombre artístico “Halcón Rojo Junior”.

Alarmados del cambio de actitud de las y los menores, quienes lloraban, tenían pesadillas y no querían asistir al plantel ubicado en la colonia Francisco I. Madero en Mérida, las madres y padres de familia acudieron a la Fiscalía General Del Estado (FGE) para interponer las denuncias correspondientes, confirmando que hasta el momento existen seis.

Alegan que los menores dieron positivo a las pruebas de abuso sexual que realiza la Fiscalía, sin embargo no han sido llamados a declarar, por lo que piden a las autoridades que agilicen el proceso para que Guillermo M. D. sea detenido pronto, pues temen que existan más víctimas ya que imparte su materia en otras escuelas primarias y preescolares de la ciudad.

“Yo lo único que pido es justicia, porque a ningún niño se le toca. Me quise aislar de esto porque no quería que nadie se entere de lo que le pasó a mi hijo, pero al ver lo que está haciendo la directora, yo creo que ya no es justo”, declaró Rocío Estrella, otra de las madres de los afectados.

Eso sí, criticaron fuertemente el actuar de Lucía Pech, directora del kínder “Ovide Decroly”, quién al parecer no creyó en un principio en el testimonio de las y los niños e incluso intentó proteger al maestro indicando que ya lleva años trabajando ahí y que el departamento de escuelas particulares le impedía despedirlo.

Y solo ante la presión social, la directora tuvo que activar el “Protocolo de Actuación ante Situaciones de Violencia Detectadas o Cometidas en contra de Niñas, Niños y Adolescentes en los Planteles Escolares de Educación Básica del Estado de Yucatán”.