Los trabajos de construcción no se han detenido, a pesar de la suspensión definitiva otorgada hace un año y que fue ratificada recientemente por un Tribunal Colegiado.

Múuch’ Xíinbal e Indignación criticaron la tendencia autoritaria del presidente, que viola la separación de Poderes y quebranta el Estado de Derecho.

Por Herbeth Escalante

Mérida, Yucatán, 9 de marzo de 2022.- El abogado de la asociación Indignación, Jorge Fernández Mendiburu, catalogó como grave que el presidente Andrés Manuel López Obrador rompa el Estado de Derecho al no respetar la suspensión definitiva del Tren Maya, a pesar de que recientemente el Tribunal Colegiado en Materias del Trabajo y Administrativa del Decimocuarto Circuito confirmó esta medida cautelar.

El activista recordó que hace un año el Juzgado Cuarto de Distrito de Mérida otorgó dicha suspensión en marzo del año pasado, tras la demanda de amparo presentada por Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, organización asesorada jurídicamente por Indignación.

Ahora, el Tribunal Colegiado confirmó la suspensión de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), por lo que las obras de los tramos 1, 2 y 3 del Tren Maya deben permanecer paralizadas, que van de Palenque, en Chiapas, a Izamal, en Yucatán.

Sin embargo, lamentó Fernández Mendiburu, los trabajos de construcción no se han detenido durante todo este tiempo y el presidente López Obrador sigue impulsando el incumplimiento de una determinación del Poder Judicial. Tan es así, recordó, que constantemente visita la región sureste del país para supervisar los avances de la obra.

“Es sumamente preocupante que el presidente se esté pasando por el arco del triunfo el Estado de Derecho, la separación de Poderes y el respeto de las decisiones de un órgano judicial federal”, señaló.

Sostuvo que es grave que no esté respetando dicha determinación y que fomente que se viole la suspensión definitiva, lo que implica la ruptura del Estado de Derecho.

“Si el presidente viola la ley, cuando debería hacerla valer y dar el ejemplo, y además él mismo insiste  en violarla, ¿qué podemos esperar de las demás instituciones?”, cuestionó.

¿Por qué se suspendieron las obras del Tren Maya?

El 30 de noviembre del 2020, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por conducto de la Dirección General de Impacto y Riesgo e Impacto Ambiental (DGIRA), autorizó al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) la MIA en modalidad regional (MIA-R), para la ejecución del proyecto del Tren Maya en los tramos 1, 2 y 3.

Ante ese panorama, el 20 de enero del 2021, la Asamblea de Defensores del Territorio Maya, Múuch’ Xíinbal, presentó un amparo por las violaciones al derecho al medioambiente sano y a sus derechos como pueblo maya originario, entre ellos, a obtener información y participar en las determinaciones que pueden afectar su territorio y recursos naturales, tal y como indica el Acuerdo de Escazú, ratificado en la actual administración. 


Como consecuencia de ese amparo, el Juzgado Cuarto de Distrito determinó conceder la suspensión definitiva, es decir, ordenó a la Semarnat y DGIRA dejar sin efectos la MIA-R y detener las obras de la fase 1, basándose, entre otras cosas, en la necesidad de aplicar el principio precautorio o indubio pro natura, pues “existe una incertidumbre sobre el verdadero impacto del proyecto en cuestión, por lo que debe entonces inclinarse la balanza de la justicia a favor de la naturaleza, especialmente al considerar, que su impacto tiene el potencial de trascender a las postreras generaciones y no solo a quienes habitan en la zona, sino incluso a todo el mundo en atención a la interdependencia de los sistemas ecológicos mundiales”. 


Al dictarse esta medida cautelar, el 9 de abril del 2021, la Semarnat y DGIRA impugnaron la resolución del Juzgado Cuarto ante el Tribunal Colegiado (recurso de revisión 168/2021), el cual, finalmente confirmó la suspensión definitiva, por lo que las obras deben parar. 


“Los efectos de la suspensión resultan claros, en cuanto a la precisión de cuáles son las consecuencias del acto reclamado que debían suspenderse, siendo éstos el cese o paralización de los trabajos que se autorizaron con motivo del oficio del MIA, que implicara deforestación o puesta en riesgo de especies animales y vegetales autóctonas de los territorios del Estado; de ahí la necesidad de que la responsable ordene al titular de la autorización el cese de sus trabajos”, explicó indignación en un comunicado.

De lo anterior se interpreta que la suspensión opera en relación a los tres tramos correspondientes a la fase 1 del Tren Maya, con lo cual y según lo señalado por el Tribunal, deben detenerse las obras respectivas en tanto se resuelve el juicio de amparo presentado por Múuch’ Xíinbal.

Preocupa la reacción del presidente.

Múuch’ Xíinbal e Indignación declararon que es preocupante reacción del Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha insistido en señalar que el Tren Maya no se detendrá a pesar de lo resuelto de manera definitiva por un Tribunal Federal.

“Esto evidencia una tendencia autoritaria que viola la separación de Poderes y quebranta el Estado de Derecho”, precisaron.

Las organizaciones indicaron que las descalificaciones permanentes que el titular del Ejecutivo Federal ha hecho hacia quienes de manera legítima se oponen a este proyecto, representan una violación a la defensa de los derechos humanos, poniendo a quienes viven en las comunidades indígenas afectadas en riesgo, dado el contexto de alta vulnerabilidad en que se encuentran las y los defensores de los derechos territoriales y ambientales de México.